- Sobre exigirse al punto de no comer, descansar, o relacionarnos con otras personas.
- Postergar responsabilidades que puedes hacer en ese momento. Esto interfiere con sus objetivos diarios y semanales. Por lo tanto, no dejar para mañana lo que puedes hacer hoy.
- Tener objetos en el espacio de trabajo que nos distraigan. Es ideal trabajar en un espacio despejado y que contemos con lo justo y necesario.
- Desatender las necesidades de quienes viven contigo; recordemos que debemos mantener un equilibrio y saber adaptarnos a este nuevo contexto de trabajo.
- Sobrecargar a nuestros familiares con los quehaceres del hogar, dejando que ellos asuman todas nuestras responsabilidades dentro de él.