Tal vez una de las labores más complicadas a la que se enfrentan las empresas en la actualidad es el proceso de atracción y selección de nuevos colaboradores. En ocasiones, algunos directores de empresas nos han solicitado el servicio de “head hunting” ya que han quedado con algunas malas experiencias de los recientes procesos de selección que han llevado internamente.
Suena duro, pero según la encuesta 2021 que prepara el portal de empleos estadounidense CareerBuilder, el 74 % de los empleadores dicen que contrataron a la persona equivocada para un puesto.
Quizás, para no agravar el dolor, las empresas no calculan -a pesar de que lo intuyen- el costo de una mala contratación. Por ello, recomendamos sincerar estas situaciones y hacer los cálculos de manera que las empresas generen nuevas estrategias de selección de personas.
En nuestra experiencia estimamos que el costo promedio de una mala decisión de contratación es al menos el 30% de las remuneraciones anuales del contratado. Por ejemplo, consideremos a un colaborador con un ingreso bruto anual de CLP 36.000.000, la pérdida directa para la organización puede ser de CLP 10.800.000.
Ciertamente y ustedes podrán estar de acuerdo, que ese costo puede ser mayor, ya que hay otros gastos que no son tan fáciles de cuantificar, como por ejemplo:
- Horas-persona y gastos asociados con la incorporación y capacitación de nuevos empleados.
- Horas dedicadas a revisar currículums y entrevistar a candidatos y tarifas pagadas a portales de reclutamiento.
- Uso alternativo de las horas dedicadas al proceso de búsqueda por el Área de Selección.
- Pérdida de productividad por proyectos interrumpidos y falta de continuidad del trabajo en el área contratante.
- Impacto en la moral de trabajo y recarga para el equipo.
- Riesgo por la pérdida de calidad del servicio al cliente y de procesos internos.
- Posibles gastos judiciales por demandas a raíz de una terminación ilegal o reclamos por eventual discriminación.
Entonces, conociendo las desventajas, ¿por qué se siguen viendo malas decisiones de contratación? La misma encuesta de CareerBuilder proporcionó más información acerca del por qué se incurre en esta seguidilla de procesos poco eficientes:
El 35% de los tomadores de decisión sabía que el candidato no tenía todas las habilidades necesarias, pero sentía que podía aprender rápidamente; el 32% se arriesgó con una “buena persona”; el 20% por ciento se sintió presionado para ocupar el puesto rápidamente y el 13% se centró en las competencias y no en la actitud.
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